sábado, 9 de marzo de 2013

¡Quiere Ser Tu Mismo!


“Los temperamentos activos y llenos de éxitos no obran según el axioma “conócete a ti mismo”, sino como si viesen dibujarse ante ellos el mandato “Quiere ser tú mismo y serás tú mismo”. El destino parece haberles dejado siempre la facultad de elección; mientras que los inactivos y los contemplativos reflexionan, para saber cómo han hecho para elegir una vez, el día en que entraron al mundo.”
Ardiente sentir que nos guía, que a cada momento nos da vida y es dentro de cada instante desde donde nos dicta su total voluntad, buscando así hacer de su deseo realidad, en aquella ya formada personalidad, basada en el hecho de hacer del propio sentir, nuestra voluntad, aceptándose cada uno en su realidad, haciendo esta vez de nuestra presencia la encargada de demostrarnos que la felicidad, hoy todavía nos puede alcanzar.
Identidad individual esta que nace de la soledad, aquella que muchas veces no toleramos, por miedo a con nostros mismos encontrarnos, siendo ahí cuando en pensamientos nos ahogamos y a nuestros corazones dejamos de lado,  nos lastimamos; síntoma de accionar racional que con sus propios ojos esta vez intenta mirar, buscando una propia perspectiva de realidad, aquella creada en la necesaria e incesante soledad, la misma que representa nuestra libertad y siendo en representación de nuestro sentir que hoy nos manifestamos, creyendonós dueños de una verdad, verdad ficcional que funciona en base a nuestro ser racional, quedándonos quietos y contemplativos, mirando a la vida de largo pasar, hundiéndonos sin darnos cuenta, en aquella inconciencia, que al sentir propio no lo deja cantar, menos aún bailar.
Canto que por sí sólo no se puede callar, pasión esta que a la par de nuestros corazones constantemente late y también sin parar, pero que ahora de nosotros mismos se averguenza, todo por habernos encontrados inmersos, perdidos en las profundidades de nuestras cabezas. Sentires que no desaparecen, voluntades estas que al final nunca se pierden ya que revancha siempre tienen, de mano del destino, quien al encontrarnos en nosotros mismos perdidos, nos da el papel de simples juguetes.
Voluntad del sentir, la cuál no tenemos más que hacerla realidad, para poder ser nosotros mismos, los creadores inclusive de nuestra propia verdad, es esto lo que Friedrich Nietzsche nos quiere mostrar, al decirnos que el hecho de ser nosotros mismos no radica más que en la propia voluntad individual. Cruda perspectiva, que no nos deja otra alternativa, más que vivir en base a nosotros mismos la vida, aferrándonos a aquellas pasiones, aquellas que al cumplirlas, es cuando uno siente que su alma respira, ferviente y alegre por ella misma, no encontrando más que lágrimas o sonrisas; puras estas sensaciones que llenan los instantes exclusivamente por sí mismas, dejando de lado la conciencia del espacio-tiempo, que en todo momento las habita.
Fuerte voluntad que de deseo se reviste, sentir puro que al corazón desviste, a la razón no admite y en un ahora es que se vive, creado netamente por lo que nuestra percepción nos dice, voluntad del ser esta que predomina simplemente por ser sentida, y es en su esencia desde donde nos representa, como seres individuales y libres por naturaleza.
Relación que de ninguna manera se puede desvincular, sincero lazo de fidelidad que se tiene que formar para con nuestro sentir, al cuál debemos elegirlo y jurarle lealtad, para así poder encontrar ese camino que nos lleva hacia nuestra propia identidad y libertad individual, pudiendo así disfrutar de esa vida que vive por afán a disfrutar a través de esa voluntad de poder que se nos es presentada y nos hace ver, que es nuestro deseo al cuál debemos obedecer, si es que no queremos más tiempo perder, en aquel sendero, que nos conduce hacia uno mismo ser.
Sendero por el cuál muchas veces nos extraviamos y luchando en contra de nosotros mismos terminamos al seguir aquellos falsos deseos, que en base a pensamientos son generados, dejando al sentir completamente de lado, simplemente buscando ese éxito que nos reviste como fracasados; ¡Qué ilusos somos al creer que nuestras pasiones quedan en el pasado! Pobres de nosotros, que creemos alcanzar la gloria, antes de encontrarnos.
Sentir que perdura y en la soledad es donde se desnuda, obligándonos a sublimarlo, para poder así encarnarlo; encontrando un movimiento nuevo, más allá de lo mecánico, de lo ordinario, de aquellos sentires que por nosotros mismos son deseados y que los encontramos una vez retomado aquel sendero, aquel que en la soledad nos guía a con nosotros mismos encontrarnos.
Locura que concluyó en enfermedad, genialidad que se sacrificó a sí misma es pos a su posteridad, habiéndo nomás que transitado aquellos largos pasillos de la soledad, que lo llevaron a hacer de él un digno creador de una verdad, que por nosotros mismos existimos, encerrando al todo en un yo mismo pasional, haciendo esta vez a la vida vivir en base a su felicidad.
“A veces nos extraviamos en una dirección intelectual que está en contradicción con nuestras facultades; durante cierto tiempo luchamos heroicamente contra el viento y las olas, es decir contra nosotros mismos; nos fatigamos y acabamos por gemir. Lo que realizamos no nos produce un verdadero placer, pues nuestros éxitos nos han hecho perder muchas cosas. Llegamos incluso a desesperar de nuestra fecundidad, de nuestro porvenir, cuando nos hallamos en plena victoria. Al cabo, terminamos por volver atrás; y entonces el viento sopla en nuestras velas y nos impulsa en nuestra corriente. ¡Que dicha! ¡Que seguros nos sentimos de la victoria! Sólo ahora sabemos lo que somos y lo que queremos; ahora nos prometemos fidelidad a nosotros mismos y tenemos el derecho de hacerlo, porque sabemos.”


Friedrich Nietzsche  –  “El Viajero y su Sombra”
Manrique Cristian
http://cracmagazine.wordpress.com/2013/03/14/quiere-ser-tu-mismo/

Introducción a la Voluntad del Vivir


“El individuo se hace así esclavo inconciente de la naturaleza, en el momento que sólo cree obedecer a sus propio deseos. Esta ilusión no es más que el instinto. En la mayoría de los casos representa el sentido de la especie, los intereses de la especie ante la voluntad. Pero como aquí la voluntad se ha hecho individual, debe ser engañada, de tal suerte, que perciba por el sentido del individuo los propósitos que sobre ella tiene el sentido de la especie.”
Dícese que la vida misma no es más que la propia elección del vivir, ¿Pero acaso tenemos algún poder de decisión bajo esta elección de la naturaleza? ¿Qué diferencia haría en este mundo nuestra presencia, sin su propia voluntad de existencia?
Duros interrogantes que aterran, crudas preguntas de difíciles respuestas, ¿pero acaso no somos nosotros mismos los que estamos seguros de que alguna razón se encuentra en nuestra existencia?
Voluntad individual esta a la cual Arthur Schopenhauer nos presenta, voluntad que dícese carecer de razón externa y a la cuál la vida entera se nos aferra, sólo para poder así seguir disfrutando de su propia existencia, siendo esta su manifestación natural y única de ser, simplemente basada en  razón de nuestra presencia, manifestación esta que implicitamente en forma de pasión se demuestra y siempre individuales es explicitamente como se muestra, siendo así, como en forma de sentir en cada ahora deja su huella.
Pero he aquí donde radica nuestro principal problema, la propia voluntad de la naturaleza, que en nuestra presencia se encuentra y que en ningún momento nos deja, siendo este el rasgo principal del ser especie en nuestra esencia. Razón esta de ser que como esclavos nos deja, ante la simple ilusión de querer creer en esas crudas pulsiones que se caracterizan por darle un sentido a la existencia, esencia esta que nos vive, que de nosotros mismos se alimenta, quedando así nuestra propia voluntad individual inmersa, pura y exclusivamente en nuestra naturaleza.
Voluntades que a causa del presente se mezclan, elecciones constantes en las cuales la vida en sí misma nos muestra, que somos nosotros mismos los únicos capaces de hacer realidad lo que nuestro propio ser, sienta. 
Individuos que individualmente de su propia voluntad viven, es la interesante propuesta que Schopenhauer nos presenta y yendo más allá del sentido de la especie, esta voluntad dentro de nuestra individualidad nos permite crear, una realidad basada en la propia volición individual, volición esta que en forma de sentir se manifiesta, limitándonos solamente a seguirlo para encontrar así el fundamento mismo de nuestra existencia.
 “La voluntad es el fondo en sí de la naturaleza fenomenal… enseño que la voluntad es la esencia íntima de todas las cosas y la llamo la cosa “en sí”… la voluntad como cosa en sí no es su causa sino la esencia misma de las cosas”
Arthur Schopenhauer - El amor, las Mujeres y la Muerte
Manrique Cristian
http://cracmagazine.wordpress.com/2013/01/21/introduccion-a-la-voluntad-del-vivir/

Del Sentir en el Poeta


 “En fin, ya que la poesía lírica tiene por finalidad la expresión del sentimiento individual, pueden satisfacerla los temas más delicados y fugitivos. En efecto, en realidad se trata del sentimiento en sí, de las disposiciones del alma y no del objeto propiamente dicho. Las más rápidas impresiones, los anhelos del corazón, los relámpagos de alegría, los matices del dolor, la melancolía; en una palabra, toda la escala del sentimiento en sus movimientos más rápidos y en sus accidentes más variados, quedan fijados y eternizados mediante la expresión. “
Sentimientos que se sienten, se representan, y así crean,  esas, llamesé realidades, que en forma de ahora se nos presentan, siendo dentro de cada instante donde se encuentran, esas constantes disposiciones que al alma solamente acechan.
Sentimientos que en muchos casos nos viven y siendo no más que esto lo que transmiten,  es que damos lugar a esas realidades que no vivimos por simple miedo a lo que sentimos, realidades esas que perdimos, y en las cuáles el corazón es el único responsable de cargar con aquel digno y merecido castigo por haber sido infieles para con nosotros mismos, sólo en aquellos momentos en los cuales el sentir deja de ser el encargado de guiarnos en su camino.
Cruel esta realidad que nos atormenta, que a nadie a salvo deja, porque lo verdaderamente difícil radica en el hecho de que para el sentir no hay escuela.
Ardúa esta tarea, de buscar conocer a ese sentir individual que nos acecha y a la cual, en este caso es Wilhelm Hegel quién se la asigna por completo al poeta, personaje único que debe entregar su alma a las letras, a la hora de buscar alcanzar en sí misma a aquella representación, que por el simple hecho de dar vida a través del sentir, se formó y es recién en este punto donde brota por sí misma la expresión, eternizando así aquellos momentos en los cualés el sentir esta vez, sí guío y la razón transcribió.
Sublimación que se encarga de redimirnos sin compasión, de aquellas latencias que nos marcan a cada instante y sin pedir perdón, sentimientos que llevamos todos, cada uno en su interior, vistiéndonos así de poetas, dentro de nuestro propio corazón, en nuestro día a día, en nuestro ahora de hoy, es donde no debemos olvidarnos de todo lo que acontece en nuestro sentir interior.
“Las sublimes concepciones de la razón se bastan para caldear su corazón y exitar su entusiasmo. No es el cantor religioso que compone himnos, ni el bardo que recoge su inspiración de los acontecimientos exteriores, sino el poeta filósofo que se coloca en el centro del alma, que canta la naturaleza humana y sus altos destinos, el ideal de la vida, la fuente de la belleza.”
Wilhelm Hegel –“ Poética”
Manrique Cristian
http://cracmagazine.wordpress.com/2013/02/07/del-sentir-en-el-poeta/