Con cada sonido recordando tu ficticia presencia,
me despido hoy de vos,
porque para mal, hoy me encontrás peor,
porque sólo en busca de un abrazo mi alma se encontraba hoy.
Recostado ya sobre mi lecho yace mi amor hoy, porque sí hubo algo,
y fue eso lo que mi muerte causo.
Triste y solitario muere mi amor hoy,
Triste y solitaria perece mi alma en vos.
Eran fuertes cadenas de imaginación las que me ataban,
a aquello que el destino desengaño.
Porque si tu presencia era sólo una fantasía,
fue esa fantasía la que liquido,
a la pobre poesía que yo sentía crear en vos.
Siluetas bañadas en recuerdos, me quedan hoy de vos,
abrazos tirados como desechos, mis ojos anhelan hoy.
Son pesados parpados los que hacen el papel de promotor,
de un futuro incierto, que ayer no fue y menos hoy,
porque en mí el mañana desapareció,
junto con un mar de sonrisas, que acechaban largas vivencias junto a vos.
Sin dedos se encuentran las manos, que en este momento
están dibujando las escrituras que sellan el sobre de mi pasión
y amor por vos, era lo que asediaba a mi pecho
que gimiendo se encuentra hoy, que ya no se sí es por tristeza o
por tabaco, que mis pulmones se encuentran hoy,
tratando de darle vida a esos labio imaginarios, que tu ficticia presencia
me trajo hoy.
Triste y solitaria en busca de un amor, mi alma muere hoy,
junto a aquel hombre que sin saber recibir, entregó todo por vos.
Triste y solitario, escribo estas líneas hoy, que crucificando me fe en vos,
estan dictando hoy a aquella sentencia que sólo el tiempo de espera puede dictar
con tanta frialdad y emoción.
Gimiendo en lagos de pasión, es que mi sol se encuentra hoy,
dejando sin luna alguna, a las estrellas que iluminaban aquello
que yo sentía por vos.
Adiós fría poesía de compasión, Adiós lenta muerte,
que hasta aquí tu compañía me dio.
